La restauración del Lagarto de Consolación acaba en un nuevo caso de “Ecce Homo”

En la foto podemos observar la minuciosidad con la que ha sido ejecutada la restauración.

El Arzobispo duda del resultado tras el “cambio radical” a que ha sido sometido el Lagarto de Consolación por manos expertas.

Utrera tiene ahora un motivo más de júbilo en este recién estrenado Año Jubilar de la Misericordia. Y es que, gracias a las hábiles manos de técnicos y alarifes del Instituto Utrerano de Patrimonio Histórico y Artístico, manos supervisadas en todo momento por doña Cecilia Giménez, el desvencijado Lagarto de Consolación ha sido restaurado y salvado de correr la misma suerte que su pariente el Lagarto de la Catedral de Sevilla.

«Estoy muy contento con la compostura. Lo cierto es que ya le hacían falta unos arreglillos: estaba haciéndose añicos, el pobre. La otrora amenazante mandíbula semejaba un triste pepino atacado por la podredumbre gris; los ojos, más secos que los de Benito, dos ripios… Con este remozado, hasta parece otro. Creo que el trabajo sería del agrado de don Alejandro Corso, el caballero italiano que a punto estuvo de ser engullido por el susodicho caimán». Así manifestaba su plena satisfacción el delegado del Instituto Utrerano ese del que hemos hablado antes.

Sin embargo, el Arzobispo de España teme que el remedio, el remiendo, sea peor que la enfermedad: «Por mor de este cambio radical (radical makeover), el amojamado reptil corre el albur de convertirse en un icono pop del siglo XXI, como en su día ya lo hiciera el Ecce Homo de Borja, con el consiguiente riesgo de despertar un mayor fervor entre la feligresía que el propio culto a la advocación mariana. Recordemos que el becerro de oro puede adoptar cualquier apariencia, incluso la de un exvoto recauchutado. Es lo malo del catolicismo, que hace de cualquier palo un santo».

El consistorio utrerano quiere aprovechar las posibilidades comerciales que ofrece el politeísmo para relanzar el turismo religioso de nuestra localidad. Para ello, ha emprendido una agresiva campaña de marketing inundando los mercadillos con camisetas, tazas y gorras del saurio. Estos artículos podrán adquirirse también en la Oficina Municipal de Turismo, sita en la calle San Fernando, 2.

¡Señora, no pierda usted esta gran oportunidad para hacerse con la gorra del genuino Lagarto de Consolación restaurado!¡Hay tallas para niños cabezones! ¡No acepte imitaciones asiáticas, que despintan!

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