Utrera Today os trae el primero de una serie de inventos realizados por la mente privilegiada del Profesor Franz de la Campiña. Nuestro querido profesor se ha fijado como meta resolver problemas comunes de los utreranos de la forma más sencilla y eficiente de cara a mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos.
Aunque a bote pronto el artilugio que hoy les presentamos en primicia pueda recordarnos a un jeroglífico del genial Pedro Ocón de Oro, no debemos ser tan ingenuos como para dejarnos engañar por las apariencias. Un examen detallado de su diseño puede darnos una idea exacta del alcance y la genialidad del Saetero Positrónico Asimov (un examen detallado y una mínima formación científica, claro está; si no, es como darle margaritas a los cerdos, ustedes ya me entienden).
Con este nuevo producto, que pronto saldrá a la venta en los establecimientos especializados del ramo, el profesor Franz de la Campiña (pariente cercano del archiconocido profesor Franz de Copenhague, ilustre inventor del pasado siglo) pretende inaugurar lo él mismo ha bautizado como la Semana Santa 2.0, término un tanto confuso pero no menos sugerente para los publicistas. En el prospecto explicativo adjunto al Saetero, el profesor Franz de la Campiña, asegura que su ingenio revolucionará también el mundillo del flamenco: “A poco que le echemos un poco de imaginación a la cosa, el Saetero Positrónico Asimov podría adaptarse para sintetizar otros palos de flamenco con solo sustituir la flecha por un polo, una caña, unos caracoles, una embarcación de vela y remo o una funcionaria de prisiones, pongamos por caso.
Otra posibilidad interesante la ofrecen las mujeres oriundas de Colombia, Málaga, Granada, Sevilla, Ronda o Cartagena. Es curioso constatar que si usáramos especímenes humanos masculinos en vez de los femeninos, aunque procedieran de los lugares arriba mencionados, se obtendrían unos resultados francamente lamentables (hete aquí una muestra más de la importancia capital de las mujeres en la historia y desarrollo del flamenco)”.
Desde Utrera Today nos orgullece (y no es que queramos fachendear por ello) presentarles este singular invento del profesor Franz de la Campiña, hombre preclaro como pocos de su tiempo, que hará las delicias de capillitas y aficionados al flamenco en general.