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Se busca a los pacientes que habrían usado estas técnicas para conseguir un alargamiento de pene inusual para el ciudadano utrerano medio.
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La Seguridad Social emplazará un vehículo en los próximos días junto al Chare donde procederá a medir el miembro viril de los utreranos que serán llamados mediante cita previa y así detectar los alargamientos ilegales.
La clínica utrerana El Estirón, calle Juan de la Cosa 18, está siendo investigada por utilizar métodos de dudosa eficacia o prohibidos en el tratamiento del hipocrecimiento. Según algunos pacientes, este hospitalito, con el sádico doctor José Menguer al frente, utiliza procedimientos más propios de la Santa Inquisición que de una moderna clínica de estética para sobredimensionar algunas partes de la anatomía humana. Permitimos al doctor José Menguer, antes de desollarlo públicamente, pues Utrera Today aún cree en la presunción de inocencia, que se defienda de las graves acusaciones que pesan sobre él y el sanatorio que dirige:
“Se ha creado una cierta alarma social debido sobre todo a los prejuicios y a la desinformación. Estos temas siguen siendo tabúes para muchas personas. Debo aclarar que la elongación de miembros mediante procedimientos mecánicos es una técnica que, aunque dolorosa, lleva demostrando su eficacia desde el medievo o incluso antes. No hemos inventado nada. Como decía aquel: ¡que inventen otros! Nada de recetas intrusivas como la faloplastia; mediante extensores, cordeles y garrotes hemos conseguido aumentar el tamaño de los cuerpos cavernosos penianos de nuestros pacientes de forma permanente sin necesidad de cirugía.”
“Amén de alguna que otra pomporreta gangrenada o de algún descoyuntamiento testicular, el tratamiento es totalmente seguro y eficaz, aunque deba complementarse con friegas de savia de lechetrezna para aumentar el grosor del miembro viril. Al cabo, el resultado de la terapia es un pollón africano que no se lo salta un galgo y que será la envídia y admiración de hombres y mujeres por igual. Está especialmente indicado en la cura del síndrome de Peyronie.”
Todo aclarado, pues.
