Tras ser preguntado si planea un ataque preventivo contra Utrera, Donald Trump respondió: “Ya veremos”..
Los tradicionales fuegos artificiales que ponen fin a la Feria de Utrera han sido objeto en esta ocasión de un incidente cuyas repercusiones aún no han sido plenamente evaluadas. La red de sismógrafos repartidos por el planeta para detectar posibles ensayos nucleares por parte del régimen de Pyongyang registró esta madrugada pasada una leve vibración, a todas luces provocada por el tradicional espectáculo pirotécnico.
Reunido el gabinete de crisis del Pentágono que analiza los datos recogidos por la red internacional de sensores, los expertos concluyeron que podría tratarse de un nuevo ensayo nuclear por parte de Corea del Norte, aunque sin embargo manifestaron su desconcierto al no coincidir el área de la prueba nuclear con la coordenadas habituales para el país comandado por Kim Jong-un.
En este caso, las coordenadas del incidente apuntaban a una pequeña localidad situada en la región sur del continente europeo, conocida como Utrera, cercana a una de las bases militares que mantiene el país americano en suelo español, hecho que no hizo sino aumentar la cautela ante el aparente error en los datos recogidos.
Para evitar males mayores y apaciguar los ánimos del líder estadounidense más beligerante de los últimos años, el consistorio utrerano pide a sus ciudadanos que al menos durante una semana procuren andar “lo más despacito posible, sin dar muchos zapatazos, y pongan la música lo más bajito posible”, con objeto de no hacer saltar de nuevo los sismógrafos.
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