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La medida pretendería mejorar el nivel de inglés de los miembros de las hermandades de cara a una eventual emigración a otros países en busca de empleo.
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La traducción correcta a la lengua de Shakespeare de los vocablos propios del lenguaje cofrade allanaría el camino a su implantación en ciudades extranjeras como Birmingham, York o Sheffield.
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También contribuiría a una mejor comprensión por parte de los visitantes foráneos de los momentos cumbre de nuestra Semana Santa. Frases como “To this is..” y “To the sky with her..” buscarían emocionar a turistas de otros países.
¡A esta é!
El Consejo de Hermandades y Cofradías de nuestra localidad ha decido exigir a todos los utreranos que quieran salir en procesión de Ramos a Pascua por las calles de Utrera, el nivel C1 de inglés descrito en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL). Un precepto que sin duda dará mucho que hablar (en inglés, suponemos) a cofrades y demás aficionados a la imaginería ambulante.
Pedimos al señor D’Altabuit, uno de los miembros más influyentes del Consejo, hombre chuleta y vivalavirgen, que gusta vivir de bóbilis, bóbilis, de lo que da el cepillo y la familia, al que encontramos casualmente de parranda por la calle vociferando como un energúmeno, que por favor nos aclarase esta cuestión, dada la importancia que tendrá para el futuro de nuestras cofradías:
«Esta medida tan pía e inspirada, se ha tomado con la idea de atender con toda la diligencia posible a la turbamulta de turistas religiosos que se esperan en Utrera esta Semana Santa con motivo del nuevo Año Jubilar. Además, es muy posible que, tal y como están las cosas hoy día, muchos de nuestros hermanos, ¡que Dios no lo quiera así!, se vean obligados a emigrar y buscarse las habichuelas procesionando en Birmingham, York o Sheffield (sólo por señalar algunas de las ciudades inglesas más devotas y beatas). Aprovecho la oportunidad (la oportunidad es calva y hay que cogerla por los pelos) para informar que la academia anglocofrade The Young Donkey, que dirije un cuñado mío, sita en calle La Santa María, esquina Juan de la Cosa, lleva preparando nazarenos, capataces, acólitos ceriferarios y turiferarios, diputados de caridad, de insignia y de tramo, consiliarios, costaleros y capillitas de toda laya desde hace más 25 años, mucho antes de que la psicosis por aprender la lengua de Shakespeare se propagara por nuestra localidad como una peste. En The Young Donkey cualquier interesado podrá adquirir el nivel de competencia lingüística exigido por su cofradía. En ninguna otra academia de inglés sabrán trasladar con más acierto la jerga cofrade, que tantos quebraderos de cabeza procuran a traductores y trujamanes, gracias al empleo de técnicas traductoras tan modernas como la de los préstamos lingüísticos. Pocas academias, ya digo, enseñan a sus alumnos la traducción exacta de chicotá, manigueta o fanal».
¡Bueno, bueno, pues ahí queó!