“El Gallinobus” se postula como la solución definitiva a los problemas de transporte y estreñimiento de los utreranos.
Infinítamente más preocupado por los problemas reales de los ciudadanos que muchos de nuestros políticos, Franz de la Campiña, con la solvencia imaginativa que proporciona no tener que madrugar, ha vuelto a demostrar sus dotes inventivas. Esta vez se trata de un sistema de transporte alternativo en el que prima sobre todo la eficiencia, el respeto por el medio ambiente y la grosería por el otro medio (por aquello del equilibrio de la Fuerza, del yin y del yang o de la armonía preestablecida, vaya usted a saber).
El nuevo invento del profesor Franz de la Campiña no necesita de mayor elucidación: una gallina gigante, del tamaño de un elefante chispa más o menos, tira de un habitáculo de madera. Dicho habitáculo, pese a su austeridad y sencillez de diseño (inspirado en los preceptos de la Bauhaus), es la mar de confortable. El pasajero tiene la obligación de viajar en cuclillas con los brazos extendidos hacia delante durante todo el trayecto.
La posición no es caprichosa, no obedece a una voluntad antojadiza o sádica del inventor: según un estudio avalado por los más prestigiosos ergonomistas del país, viajar apoyando las nalgas en los talones facilita la defecación, pues relaja el músculo puborrectal, evitando así el estrangulamiento anal propio de otras posiciones incomprensiblemente más frecuentadas en los viajes.
..según un estudio avalado por los más prestigiosos ergonomistas del país, viajar apoyando las nalgas en los talones facilita la defecación, pues relaja el músculo puborrectal..
El profesor Franz de la Campiña no descarta incluir en la segunda versión del prototipo una escupidera, mejora muy notable a todas luces que, no dudamos, será muy bien acogida por la comunidad científica internacional.
El pasajero, además, deberá ir equipado con un casco de seguridad suplementado con unos paneles solares. De esta forma, se pretende conseguir una fuente de energía límpia, honrada y renovable que surta de alimento a los mecanismos y dispositivos electrónicos del vehículo.