Algunos viandantes habrían incluso solicitado a los nazarenos sus cirios para ayudar en el prendido de las barbacoas.
El auge del consumo de todo tipo de comidas durante el paso de las procesiones ha llevado a los Ayuntamientos a proceder a regular esta actividad en aras de la preservación de la tradición cofrade.
El ahorro familiar en la actual situación económica ha ido un paso más allá y los tradicionales bocadillos y latas de refresco que hacen más llevaderas las largas horas de espera al paso de las procesiones ha evolucionado de manera insospechada; ahora es posible encontrar barbacoas, paellas, neveras de playa y hasta sombrillas diseminadas a todo lo largo de las comitivas procesionales.
“..el actual olor a incienso está siendo sustituido por el de costillas y chistorras, esto ya es demasiado..”
Según los representantes de las principales hermandades de penitencia, este hecho desluce en gran medida el paso de las cofradías, es por ello que han solicitado a los consistorios que se proceda a regular dicha actividad para evitar que las humaredas provocadas por las brasas de carbón sustituyan a las generadas por los incensarios, y el olor tradicional a incienso se vea sustituido por el de costillas y chistorras.
Seguiremos informando.