Si no es suficiente podría enviar a Isabel Díaz Ayuso como refuerzo para socavar la moral republicana.
Tras insinuar que España debería ser “expulsada“ de OT, perdón, de la OTAN, la respuesta diplomática por parte del estado español no se ha hecho esperar. El Gobierno de España en un comunicado manifiesta ser un socio leal y de pleno derecho de esto de la OTAN.
Felipe González, que antaño enarboló la bandera de la oposición a este organismo durante su famosa campaña en contra de las bases americanas, para a continuación echar unas partiditas de bolos en Morón o Rota y tragarse sus palabras acompañadas de un Big Mac, no disimula su enfado por la cerrazón de Sánchez, empeñado en no gastar ni un duro más en atiborrar marines con sangría y pavías de bacalao.
Como sabiamente dejó escrito Sun Tzu en “El arte de la guerra“, la mejor defensa es un buen ataque. Sánchez ha amenazado por carta al mandatario estadounidense con ingresar de tapadillo a Feijóo en el Partido Demócrata para ejercer la oposición al presidente republicano. No le harán mucho caso, pero dará el coñazo con su habitual maestría. Con suerte puede que llegue a ser tan cansino que a Trump no le quede más remedio que retirarse a su morada de Mar-a-Lago a descansar una temporada, o bien a su residencia de vacaciones en la campiña utrerana, más conocida como El-Ara-Mago.
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