Eurovegas se instala definitivamente en el Casino de Utrera

• El empresario Sheldon Adelson, tío político de Sheldon Cooper habría ratificado un primer acuerdo con los técnicos municipales para instalar este macrocomplejo turístico en el Casino de Utrera.

• El proyecto crearía más de 100.000 puestos de trabajo indirectos,  “..o más..” según Manolo & Benito Inc.,  la empresa adjudicataria de las obras.

• El empresario estaría dispuesto a compaginar ruletas y tragaperras con juegos de azar tradicionales como la “barisca” o el “burro”.

El empresario estadounidense Sheldon Adelson, harto de bregar con impresentables y aprovechados de todo pelo y condición, ha dedicido instalar al fin, para mayor solaz de apostantes y ludópatas de la comarca, su polémico complejo de ocio en el Casino de Utrera. Más modesto, más sobrio que el que se pretendía construir en Madrid, qué duda cabe, pero no por ello menos práctico.

Una mesa de negociación, integrada por un puñado de técnicos municipales y un nutrido grupo de abogados sheldonianos, llevaba varios meses trabajando para cerrar un trato, salvando cuantos escollos legales entorpeciesen la ejecución del proyecto (unos pequeños ajustes sin importancia en el PGOU y la derogación de algunas ordenanzas municipales, no más). Según ha sabido este periódico, que no ha perdido ripio del trapicheo en ningún momento, el magnate ha exigido el cierre inmediato de los bares colindantes al Casino y la demolición completa de la Plaza del Altozano para construir en su lugar un parking de dos plantas. En contraprestación al draconiano acuerdo suscrito, se crearán, grosso modo, 20.000 puestos directos y más de 100.000 indirectos, según estimaciones de la Delegación de Desarrollo Económico y Empleo del Ayuntamiento de Utrera.

Como vemos, el señor Sheldon, pese a tener fama de mal jugador, ha sabido sacar raja de la perentoria necesidad de empleo en nuestra localidad y ha explotado esa mínima ventaja con la pericia de un tahúr. A poco que se fije uno, se observa que es un negociador valiente y sagaz, curtido en miles de tratos, componendas, tercererías, arreglos y transacciones, capaz de templar el envite de un grupo de expertos municipales con la simple amenaza de levantarse de la mesa a mitad de partida si no se cumplen sus exigencias.

Ya se han alzado las primeras voces de protesta, entre ellas la del señor José Fernández, de los Fernández de toda la vida (quizá la que más se ha dejado oír hasta ahora), quien considera que la plaza de gorrilla del futuro aparcamiento le pertenece por mérito propio, negándose a aceptar cualquier adjudicación por sorteo mañado o designación dígita del puesto, procedimientos habituales en estos pagos, como todo el mundo sabe.