No se descarta que se instale alguna otra obra de arte para abrir “arvellanitas” y otros frutos secos.
Ahora que las altas temperaturas anuncian la llegada de la época estival y apetece más que nunca tomar una bebida refrescante al caer la tarde, los usuarios del conocido Bar Currito tendrán fácil proceder a la apertura de una de las bebidas más populares de la Campiña.
Como el lector podrá suponer, no se trata de ningún nauseabundo complejo vitamínico ni ungüentos milenarios a base de ginseng u otras zarandajas; hablamos como no de cerveza, la ancestral bebida ya consumida en tiempos de los faraones.
Y si los egipcios, tan hábiles para construir pirámides, ya hacían uso de este brebaje (posiblemente regalo de los dioses, de ahí sus propiedades terapéuticas..) quién somos nosotros para no promover el consumo de este singular Bálsamo de Fierabrás.
..este gran invento, mucho mejor que la gaseosa, permitirá prolongar la vida de nuestros tradicionales mecheros, sin muescas ni arañazos..
Es por ello, que con objeto de facilitar su consumo se haya procedido a instalar un “artefacto” de concepción y ejecución similar a las majestuosas pirámides, con el único objetivo de proceder a la apertura de los endiablados cierres que protegen nuestra querida cerveza de la oxidación; o sea, un “abrelitros” o “abrebotellines” de toda la vida.
Con este gran invento (mucho mejor que la gaseosa..) nuestros mecheros permanecerán intactos a lo largo de toda su vida útil, sin muescas ni arañazos fruto del uso dario y continuado como vulgar sustituto del abrebotellas tradicional. Tenemos ante nosotros un ingenio digno de algunas de las mentes más brillantes de la Campiña (chúpate esa Profesor Franz, padrino de este medio y otrora prolífico inventor..)
Seguiremos informando.
