En el film se cuenta el encargo recibido por nuestro mandatario para fabricar una “bomba electoral” que acabaría con el imperio socialista usando caracoles enriquecidos en una instalación secreta de “La Ventosilla”.
Buscar paralelismos biográficos entre el alcalde de Utrera y el padre de la bomba atómica, Julius Robert Oppenheimer, es incurrir en la mala praxis periodística de no permitir que la verdad estropee un buen titular. Y esto lo digo de antemano porque no quiero que el jartible del ombudsman de Utrera Today se me eche encima en cuanto salga publicado este artículo, si es que sale, arguyendo que abusamos de los ciberanzuelos.
Con todo y eso, debo encontrar similitudes entre las vidas de los citados prohombres para ganarme el jornal, ¡qué le vamos a hacer! Que es muy fácil ponernos verdes a los periodistas, estimados lectores, criticarnos por hacer mal nuestro trabajo; pero a ver quién es el guapo que capta vuestra atención si no es con toda clase de ardides y trampas.
..existen grandes similitudes entre ambos profesores universitarios, el cuello amojamado y las comunes necesidades corporales..
A decir verdad, tengo una remota posibilidad de salvar los muebles sin que el Director se dé cuenta, de encontrar ciertas semejanzas entre ambos profesores universitarios: el cuello amojamado y las comunes necesidades corporales. ¿O es que acaso la Física de la Materia Condensada o la Mecánica Cuántica te eximen de cagar, mear o beber?
— Oiga, ¿y no le parece que esta semblanza le está quedando un tanto desangelada?
— Está bien, está bien, puñetero lector, me extenderé un poco más.
Empresario de sí mismo, Francisco Jiménez posponía lo andaluz al andalucismo porque el andaluz nace, pero el andalucista se hace. “Ya puestos, ¿por qué no preferir el saxofón al saxofonista o lo anal al analista?”, proferían sus más duchos contendientes. Sin embargo, el andalucismo de Curro fue digerido lentamente y luego excretado, no sin dolor, igual que se caga un diente.
En el recuerdo de los utreranos permanece la estampa goyesca de Curro Jiménez junto a la duquesa de Alba, en la inauguración del monumento homenaje a Fernanda y Bernarda.
Si mis fuentes son fiables, creo que la vida de Oppenheimer discurrió por derroteros parecidos.
¡Chimpón!
— Pero, ¿qué clase de broma es esta? ¿Para eso le pago? Le he pedido que escribiese un breve artículo, sobre nuestro recién elegido alcalde, en el que reflejara algunos puntos de encuentro con la vida de Oppenheimer, aprovechando la biopic recién estrenada en cines sobre el director del Proyecto Manhattan y que el Pisuerga pasa por Valladolid. ¿Es tanto pedir? Se supone que es usted un periodista de raza, ¡un Fernández de los de toda la vida!
— Señor Director, es que yo ahora abogo por el metaperiodismo.
— Por favor, no me cuente pamemas. ¡Con el público no se juega, ¿se entera?! Y por Dios, deje de rodar por el suelo mientras le hablo, se está estrangulando con su propia corbata, ¿o es que eso también forma parte de su metaperiodismo?