Sanidad estudia las “autopajas” de 3 días para no saturar la Atención Primaria

La Conferencia Episcopal se opone a la medida alegando que aumentarían los casos de ceguera.

Las redes arden, pero esta vez de pura excitación sexual, no por mor del calentamiento global, que es el comodín dialéctico, la cinta americana, para el perezoso intelectual. Suponemos que la más verrionda de todas las redes será X, que estará más caliente que el palo de un churrero, que un pelotazo en la oreja, que el cenicero de un bingo. El motivo de este enardecimiento digital no será otro que la noticia de que Sanidad estudia las “autopajas” de 3 días para no saturar la Atención Primaria.

La ministra del ramo, Mónica García, ha propuesto esta medida ante el incremento de casos de gripe y covid, y apela (¿de pelársela?) a un uso responsable de la disposición. “No conviene abusar. Tres días de ipsación continua puede provocar ceguera, descalcificación ósea, gangrena genital o hirsutismo en las palmas de las manos; pero vamos, que el que sea, o la que sea, capaz de aguantar el ritmo y no tema recibir al maligno a porta gayola, que haga lo que quiera, que para eso estamos en un país libre. Porque es lo que yo digo, oiga, que aquí nos quejamos mucho de todo, pero, en realidad, no nos falta de nada. Anda que si no fuesemos tan justitos de escaños… Porque esa es otra, que la gente no sabe ni votar ni nada, ¡con lo fácil que es coger la papeleta adecuada! Sin ir más lejos, estaba yo el otro día en la peluquería, cuando una señora, que parecía un loro de a duro, confesó…“.

“La ministra del ramo apela a un uso responsable de la disposición para evitar efectos adversos como ceguera o hirsutismo en la palma de las manos..”

—Ejem, ejem. El director, que vayas a su despacho de inmediato.

—Un segundo, que estoy terminando una noticia de calado nacional.

—¡Que vayas ya!

—Está bien, está bien, ya voy.

 ¡TOC, TOC, TOC!

—¿Da usted su permiso, señor director?

—Pase, pase… A ver, ¿se puede saber qué porquería está escribiendo? Se está inventando totalmente la noticia. ¿Qué es eso de las autopajas? ¡¡AUTOBAJAS, AUTOBAJAS!! ¿Y todo lo demás, las declaraciones de la Ministra? No recuerdo estar más turbado con sus fantasías y delirios que en estos precisos momentos.

—Hombre, yo había entendido autopajas; lo demás viene todo de corrido. La lógica de los hechos eyacula sus propias consecuencias, contra eso no hay nada que hacer. Dése cuenta que la b y la p se articulan de un modo muy parecido: son consonantes bucales, obstruyentes y oclusivas. En mi defensa diré que, al principio, lo de “Basta con una declaración responsable, que es lo que le haces tú a tu médico” me extrañó un poco. No creía que una Ministra hubiera dado tan plausible explicación; así que achaqué la autoría de la frase a mi perro. ¿Usted conoce a mi perro, Tobi? Es un chucho muy listo, ¿sabe? Creo que, muchas veces, hasta más que yo.

—¡Ahora mismo está arreglando este desaguisado! Por favor, limítese a poner negro sobre blanco verdades científicas y factuales y deje la doxografía para los tertulianos de El Hormiguero, que ellos sí pueden permitirse el lujo de saber de todo. ¿Cómo que el onanismo produce osteoporosis, de dónde ha sacado eso?

—Ah, ¿no? ¿Entonces no es cierto que las pajas te chupen la cal de los huesos?

—¿Qué pretende, que nos cancelen? O peor: ¿que nos denuncien por flacidez peridodística y nos expulsen de la Asociación de Prensa de Sevilla?

—Bueno, siempre podríamos ingresar en la Asociación de Prensa del Betis. Yo debo conservar aún una camiseta con el dorsal de Hipólito Rincón; me estará un poco pequeña, pero…

—¡Cállese, mastuerzo! Cambiando de tema, usted que parece conocer todos los secretos de la autoestimulación genital, ¿ha utilizado uno de esos masturbadores masculinos que tienen varios modos de succión y de vibración? ¿Me aconseja alguno en especial?

—Yo prefiero fabricarme el mío propio con una manga pastelera rellena de arenques; aunque cada uno debería adobarlo a su gusto.

Seguiremos informando de nuestras pajas mentales..